Anoche soñé contigo... otra vez... un sueño repetido.
Llegaste muy temprano, mas de lo acostumbrado... yo estaba aún preparando el café cuando te vi llegar a la sala; tenía mi blusa blanca de botones al frente, mi falda negra de vuelos cortos... mi sandalias altas, las piernas desnudas.
Cuando te vi entrar me sorprendí, no te esperaba a esa hora... te acercaste a mi y sin decirme palabra me pusiste de espaldas contra la pared y empezaste a besarme, primero los labios, con esos besos tuyos profundos que sabes que tanto me excitan... tus manos acariciaban mis piernas tratando de hacer surcos con tus dedos, me alzaste una de ellas y metiste tu mano y tus dedos en lo mojado de mi entrepierna...
Tu lengua jugaba con la mía, mezclándose tu saliva con la mía... luego sacaste tus dedos y tu mano derecha se encargó de aprisionar las mías encima de mi cabeza, sabías que me gustaba que me sometieras... con tu mano libre desabrochaste mi blusa y empezaste a besarme el pecho... llevaste uno de mis senos a tu boca, luego mordisqueabas mis pezones, uno a uno... lento pero intensamente, los mordías, los chupabas, y pasabas tu lengua caliente por ellos, tu mano me apretaba con fuerza el seno mientras mordías y jalabas con tus dientes mi pezón; sabes cuanto me gusta que me hagas eso...
Así seguiste besándome y lamiéndome los senos... bajaste con tu lengua hasta mi vientre y con tus dos manos seguías pellizcándome... yo tenía mis manos en mi cabeza, con los ojos cerrados y disfrutándote tanto... olvidada completamente del tiempo y el espacio, no tenía conciencia del lugar donde estábamos ni de si existía gente alrededor... no me importaba si nos descubrían, si se les ocurría entrar a saludarme como lo hacían todas las mañanas... lo único que alcanzaba a imaginar y sentir era tu lengua haciéndome el amor... tus dedos hurgando muy dentro de mi, en acompasado ritmo entrando y saliendo, haciéndole competencia a tu lengua... te pedía que no te detuvieras... que siguieras... que me hicieras acabar en tu boca... que me penetraras con tus dedos como si de tu pene se tratara... quería que me amaras, ahí, así, parada, sudada, jadeando y deseándote horriblemente... mi vida, lo estás haciendo tan bien... no te pares... sigue, sigue mi amor... sigue... Mmmmm... Mmmmm... Me corro... que bien... sigue...
Me he escuchado gimiendo... me han despertado los gemidos y los temblores de mi cuerpo... estoy nerviosa, no sé si él se dio cuenta de algo... quizá no, creo que sigue dormido... estoy sudada, excitada, mojada y rabiosa... quiero volver a dormirme y seguir ahí, contigo... haciendo el amor en sueños, como quisiera poder hacértelo cuando te vea...
Llegaste muy temprano, mas de lo acostumbrado... yo estaba aún preparando el café cuando te vi llegar a la sala; tenía mi blusa blanca de botones al frente, mi falda negra de vuelos cortos... mi sandalias altas, las piernas desnudas.
Cuando te vi entrar me sorprendí, no te esperaba a esa hora... te acercaste a mi y sin decirme palabra me pusiste de espaldas contra la pared y empezaste a besarme, primero los labios, con esos besos tuyos profundos que sabes que tanto me excitan... tus manos acariciaban mis piernas tratando de hacer surcos con tus dedos, me alzaste una de ellas y metiste tu mano y tus dedos en lo mojado de mi entrepierna...
Tu lengua jugaba con la mía, mezclándose tu saliva con la mía... luego sacaste tus dedos y tu mano derecha se encargó de aprisionar las mías encima de mi cabeza, sabías que me gustaba que me sometieras... con tu mano libre desabrochaste mi blusa y empezaste a besarme el pecho... llevaste uno de mis senos a tu boca, luego mordisqueabas mis pezones, uno a uno... lento pero intensamente, los mordías, los chupabas, y pasabas tu lengua caliente por ellos, tu mano me apretaba con fuerza el seno mientras mordías y jalabas con tus dientes mi pezón; sabes cuanto me gusta que me hagas eso...
Así seguiste besándome y lamiéndome los senos... bajaste con tu lengua hasta mi vientre y con tus dos manos seguías pellizcándome... yo tenía mis manos en mi cabeza, con los ojos cerrados y disfrutándote tanto... olvidada completamente del tiempo y el espacio, no tenía conciencia del lugar donde estábamos ni de si existía gente alrededor... no me importaba si nos descubrían, si se les ocurría entrar a saludarme como lo hacían todas las mañanas... lo único que alcanzaba a imaginar y sentir era tu lengua haciéndome el amor... tus dedos hurgando muy dentro de mi, en acompasado ritmo entrando y saliendo, haciéndole competencia a tu lengua... te pedía que no te detuvieras... que siguieras... que me hicieras acabar en tu boca... que me penetraras con tus dedos como si de tu pene se tratara... quería que me amaras, ahí, así, parada, sudada, jadeando y deseándote horriblemente... mi vida, lo estás haciendo tan bien... no te pares... sigue, sigue mi amor... sigue... Mmmmm... Mmmmm... Me corro... que bien... sigue...
Me he escuchado gimiendo... me han despertado los gemidos y los temblores de mi cuerpo... estoy nerviosa, no sé si él se dio cuenta de algo... quizá no, creo que sigue dormido... estoy sudada, excitada, mojada y rabiosa... quiero volver a dormirme y seguir ahí, contigo... haciendo el amor en sueños, como quisiera poder hacértelo cuando te vea...
1 comentario:
Esos sueños son muy excitantes..tanto que se confunden con la realidad...asi que sueña fuerte para que se cumpla.
muakuuusssss
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