Cambiamos una fría tarde de lluvia en la calle, por pasarla en unos baños árabes. Fue excitante entrar en ese lugar, cogida de tu mano. Una leve bruma inundaba la zona de la piscina, debido al vapor de agua. Sentir como el calor impregnaba mi cuerpo y mi respiración se aceleraba...
Es tarde; apenas quedaba nadie. Nos cambiamos rápido. Teníamos ganas de encontrarnos de nuevo, ya en el agua.
Tú llevabas un bañador ceñido que dejaba intuir tu enorme polla. Yo, un bikini rojo; la parte de arriba a duras penas contenía mis pechos y la parte de abajo era un tanga anudado a los lados. Era fino, casi transparente; insinuaba la marca de mi rajita...
Te acercaste a mi, y yo me pegué a tu cuerpo.
¡dios, que excitada estoy, como te deseo!, hummm...”
Me besaste mientras tirabas de los cordones. El tanga desapareció en el agua.
Me volví de espaldas a tí para que hicieras lo mismo con la parte superior del bikini.
Tiraste levemente y mis pechos escaparon libres, generosos...hermosos... ligeramente iluminados por la tenue penumbra. Besaste mi cuello mientas me susurrabas al oído:
"Te quiero...te deseo...”
Te sentía detrás rozándome.
“Hazme tuya”, susurré.
Tu polla quedó aprisionada entre mis nalgas y empecé a moverme lentamente, frotándome contra tu sexo, haciendo que notases mi cuerpo.
“Hummm …”
Sujetaste mis pechos y me besaste.
“Eres la lujuria en persona… tócame”
Me sujetaste por la cintura, y levantándome, me sentaste en el borde de la piscina. Pasaste tu mano por mi coño y después agachándote me lo lamiste, jugueteando con el clítoris.
Mi respiración se volvía entrecortada por el placer que me hacías sentir...sujeté mis pechos...oprimiéndolos...jugando con los pezones...que ahora ya estaban completamente inhiestos por la excitación...
”¿Me dejas k te coma amor? Déjame k te acaricie la polla mientras lamo tus huevos….”,
“hummm... lo haces bien...”.
Subí; dí suaves mordiscos a tu capullo antes de metérmela completamente en la boca.
“Si, lo haces realmente bien...”
Te retorcías de placer estirando todo tu cuerpo…
“Me sientes, sientes mis labios carnosos; los sientes moviéndose arriba y abajo suavemente; sientes como te toco los huevos, acariciándolos…, me gusta sentir tus gemidos. Me ponen más cachonda todavía”.
Me agarraste la cabeza, observando tu sexo en mi boca.
“No pares, sigue comiéndome”.
Me dices:
“Oh pequeña como la comes. Te quiero tener, quiero follarte, hummm... si si si, así preciosa…”
Me levanté y te dije:
“Quiero tenerte dentro de mi, sentirte. Quiero correrme con tu polla”.
Me agarraste de la cintura. Puse las manos en el borde de la piscina. Mi culo que apenas sobresalía del agua, fue reclamo suficiente y tú, incapaz de contenerte...clavaste la polla en mi sexo y agarrándote a mi cintura, me penetraste como un poseso.
“Ohhh... si si, la siento. Entras y sales de mi...Así… fuerte...sigue. Quiero que notes como mi coño se contrae para sentirte mejor...más fuerte”.
En cada uno de tus movimientos golpeabas mi clítoris, me tirabas del pelo, me agarrabas de los pechos, me gritabas:
“Me deseas...¿lo sientes? hummm...”
¿Sientes como mi coño está húmedo, cálido...? Si, me gusta. Tu polla entra sin dificultad arrancándome olas de placer... no puedo más, no me queda aliento, ufff... “.
“Yo estoy igual: sigue mi amor, estoy a punto de explotar...sigue… me voyyy ufff...”
Disfrutamos largo rato tocándonos dentro del agua, besándonos.
Era tarde y me esperaban en casa. “Tesoro, me tengo ir…”.
Y como no podía ser de otra manera, tú que eres todo un caballero, me dijiste:
“Gracias preciosa... un placer haber estado contigo… en todos los sentidos.
No tardes en volver a llamarme: Estoy deseando tenerte de nuevo Malekin…”.
“Te lo prometo; eso esta hecho tesoro… bona nit”.
MALEKIN
Es tarde; apenas quedaba nadie. Nos cambiamos rápido. Teníamos ganas de encontrarnos de nuevo, ya en el agua.
Tú llevabas un bañador ceñido que dejaba intuir tu enorme polla. Yo, un bikini rojo; la parte de arriba a duras penas contenía mis pechos y la parte de abajo era un tanga anudado a los lados. Era fino, casi transparente; insinuaba la marca de mi rajita...
Te acercaste a mi, y yo me pegué a tu cuerpo.
¡dios, que excitada estoy, como te deseo!, hummm...”
Me besaste mientras tirabas de los cordones. El tanga desapareció en el agua.
Me volví de espaldas a tí para que hicieras lo mismo con la parte superior del bikini.
Tiraste levemente y mis pechos escaparon libres, generosos...hermosos... ligeramente iluminados por la tenue penumbra. Besaste mi cuello mientas me susurrabas al oído:
"Te quiero...te deseo...”
Te sentía detrás rozándome.
“Hazme tuya”, susurré.
Tu polla quedó aprisionada entre mis nalgas y empecé a moverme lentamente, frotándome contra tu sexo, haciendo que notases mi cuerpo.
“Hummm …”
Sujetaste mis pechos y me besaste.
“Eres la lujuria en persona… tócame”
Me sujetaste por la cintura, y levantándome, me sentaste en el borde de la piscina. Pasaste tu mano por mi coño y después agachándote me lo lamiste, jugueteando con el clítoris.
Mi respiración se volvía entrecortada por el placer que me hacías sentir...sujeté mis pechos...oprimiéndolos...jugando con los pezones...que ahora ya estaban completamente inhiestos por la excitación...
”¿Me dejas k te coma amor? Déjame k te acaricie la polla mientras lamo tus huevos….”,
“hummm... lo haces bien...”.
Subí; dí suaves mordiscos a tu capullo antes de metérmela completamente en la boca.
“Si, lo haces realmente bien...”
Te retorcías de placer estirando todo tu cuerpo…
“Me sientes, sientes mis labios carnosos; los sientes moviéndose arriba y abajo suavemente; sientes como te toco los huevos, acariciándolos…, me gusta sentir tus gemidos. Me ponen más cachonda todavía”.
Me agarraste la cabeza, observando tu sexo en mi boca.
“No pares, sigue comiéndome”.
Me dices:
“Oh pequeña como la comes. Te quiero tener, quiero follarte, hummm... si si si, así preciosa…”
Me levanté y te dije:
“Quiero tenerte dentro de mi, sentirte. Quiero correrme con tu polla”.
Me agarraste de la cintura. Puse las manos en el borde de la piscina. Mi culo que apenas sobresalía del agua, fue reclamo suficiente y tú, incapaz de contenerte...clavaste la polla en mi sexo y agarrándote a mi cintura, me penetraste como un poseso.
“Ohhh... si si, la siento. Entras y sales de mi...Así… fuerte...sigue. Quiero que notes como mi coño se contrae para sentirte mejor...más fuerte”.
En cada uno de tus movimientos golpeabas mi clítoris, me tirabas del pelo, me agarrabas de los pechos, me gritabas:
“Me deseas...¿lo sientes? hummm...”
¿Sientes como mi coño está húmedo, cálido...? Si, me gusta. Tu polla entra sin dificultad arrancándome olas de placer... no puedo más, no me queda aliento, ufff... “.
“Yo estoy igual: sigue mi amor, estoy a punto de explotar...sigue… me voyyy ufff...”
Disfrutamos largo rato tocándonos dentro del agua, besándonos.
Era tarde y me esperaban en casa. “Tesoro, me tengo ir…”.
Y como no podía ser de otra manera, tú que eres todo un caballero, me dijiste:
“Gracias preciosa... un placer haber estado contigo… en todos los sentidos.
No tardes en volver a llamarme: Estoy deseando tenerte de nuevo Malekin…”.
“Te lo prometo; eso esta hecho tesoro… bona nit”.
MALEKIN
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